El bruxismo es la actividad muscular mandibular repetitiva, caracterizada por:
-apretamiento, repiqueteo y/o rechinamiento de dientes,
-empuje o esfuerzo de la mandíbula, que ocurre durante el día o la noche.
El bruxismo de sueño es considerado como una forma común de Trastornos del Movimiento de la Mandíbula. Alteraciones de la misma connotación como puede ser el “Síndrome de Piernas Inquietas”, son trastornos que alteran la calidad del sueño.
El Bruxismo diurno o de vigilia está asociado a stress y personalidad ansiosa.
Afecta por igual a hombres y mujeres, y se ha observado que cuando niños y adolescentes bruxan, lo siguen haciendo cuando adultos. También se ha visto una cierta predisposición familiar al Bruxismo. Se puede hacer el diagnóstico clínico de bruxismo con bastante precisión, sin tener que solicitar exámenes de laboratorio, aunque en ciertas circunstancias es necesario solicitar un Polisomnograma que da el diagnóstico definitivo y completo.
Es sabido que enfermedades como el Síndrome de Apnea-Hipoapnea Obstructiva del Sueño, (S.A.H.O.S.) y el Reflujo Gastroesofágico, (R.G.E.) alteran la calidad de sueño, aumentando la frecuencia e intensidad de los episodios de bruxismo de sueño, entre algunas de sus consecuencias. Por lo tanto su diagnóstico precoz es muy importante.
El manejo o tratamiento del Bruxismo puede llegar a ser complejo cuando es severo y requiere varias acciones además del uso de un plano oclusal, consejería y educación, tratar las enfermedades asociadas, tratar la ansiedad y mejorar la calidad de sueño.
No hay que confundir el bruxismo con las consecuencias que puede producir. Una de esas consecuencias son los Trastornos Temporomandibulares y Dolor Orofacial.
Uno de los efectos más visibles del bruxismo es el desgaste dentario y pérdida o fractura de restauraciones, coronas y prótesis dentales. Es por eso que es necesario hacer el tratamiento dental como complemento al tratamiento del bruxismo.
Dr. Walter Díaz. Rehabilitador oral, especialista en dolor y disfunción.